Muy abandonado tenía esto yo y tengo que disculparme ante lectores (¡hala!, ¡si hasta tengo público!) conocidos y desconocidos, habituales y casuales, pacientes y ansiosos. Ya era hora de volver aunque, como siempre que me acerco a una hoja en blanco, me es más difícil de lo que parece el poner por escrito lo que me cruza por la mente. Curioso. Me he dado cuenta de qué era lo que me faltaba para poder ponerme “a tono” y hacer que mis dedos hormigueasen por el teclado. Me faltaba un sonido de fondo (además del repiquetear de la lluvia tras los cristales). Me faltaba música.
Desde que empecé con un boli a garabatear monigotes acompañados de frases que intentaban parecer relatos de cierta coherencia, en pequeños trozos de papel (cuadernillos fabricados artesanalmente –otra de mis aficiones eso de las manualidades- con papeletas electorales “incautadas” de los montones que dejaban en clase, allá cuando empezaron a hacerse habituales las consultas democráticas), siempre he tenido, en la mente o en los oídos, algún tipo de ritmo musical o composición que me ha acompañado y conducido en el desparrame de letras y símbolos en el medio celuloso o electrónico.
Las últimas semanas he tenido un trajín que no me ha dejado concentrarme adecuadamente. Entre unas cosas y otras, solo usaba este medio para medio enterarme de cosas y poco más, y mi natural tendencia a tener siempre conectada “la antena” a mi alrededor, me impedía relajarme, aunque fuese por unos minutos, en el fluido musical.
Esta mañana me he levantado con una melodía en la cabeza y he sentido esa sensación de ansiedad que no se ha calmado hasta que me he puesto los auriculares y he dado al “play” en la melodía seleccionada. Mi cerebro se ha sumergido como en un baño caliente y aromatizado, relajante y estimulante a la vez, acallando la cacofonía mental habitual y haciendo aflorar un hilo de pensamiento coherente sin obstáculos ni interferencias. La cacofonía no desaparece (no quiero que desaparezca), pero ahora está en el lugar que le corresponde.
Curioso que esta música en concreto sea la banda sonora de Serial Experimental Lain. Y luego seguimos con la de Witch Hunter Robin y a continuación con GITS: Stand Alone Complex.
Algo querrá decir todo esto.
martes, marzo 08, 2005
Suscribirse a:
Entradas (Atom)