martes, abril 18, 2006

Enrocados...

Enroque: movimiento de ajedrez en el que el Rey se intercambia por la Torre moviendo a derecha o izquierda (corto o largo), quedando a resguardo por ésta última y por las piezas de la fila siguiente.
También se utiliza para definir a aquellas personas que se obstinan en mantener ciertas posiciones, actitudes u opiniones, utilizando a otros para su defensa.

Estos vacacionales días he podido observar estas actitudes en personas en las que no creía que podría suceder. En si puede llamarse cabezonería (todos los somos en determinados temas) y no tendría mayor importancia. Lo que me preocupa no es ese "enrocamiento" de la gente, sino que ese movimiento está propiciado por información falsa, o cuando menos devidamente adulterada (lo que casi es igual a falsa) y que los "enrocados", por diversas causas (que pueden ir desde confianza ciega hacia el suministrador de información, falta de capacidad de análisis, falta de criterio, pereza o intereses varios), se niegan sistemáticamente a contrastar la información que les han dado y que ha provocado ese movimiento de posiciones. La juventud o la inexperiencia vital no son excusas válidas cuando estamos hablando de algo tan simple como intentar conocer todas las versiones.
Claro que el intoxicador o intoxicadores son los primeros y máximos responsables de algo así, y son sus intereses los que hacen "mover ficha" para que otras personas se adhieran a su particular visión del mundo. Como quiera que sus actos delatan su naturaleza, no tiene mayor interés perder tiempo pensando en ese tipo de gente.
Lo que da lástima es que gente, buena gente, se vea arrastrada por esos intereses hacia una pobreza y soledad vital que les provocará más quebraderos de cabeza de los que ya tienen. Y sobre todo porque creerán que esos que les han llevado a cambiar posiciones estarán al lado o en la fila siguiente para defender algo que, en su fuero interno, saben que es indefendible. Porque saben que están actuando injustamente solo por tener una satisfacción momentanea de unas personas que nunca han estado a su lado y que nunca han escuchado cuando necesitaban a alguien. Y sin embargo, a los que siempre han estado al pie del cañón, para todo lo que se necesitase, siempre, ni siquiera les han dado el beneficio de la duda. El tiempo dirá.

viernes, abril 07, 2006

Chissssspeante

Erase una vez unos ratoncitos a los que les gustaba apalancarse en garitos oscuros y donde atronaban sus oídos con repertorio metalero. Lo tardío de la apertura de los garitos les hacía estar en un estado de semi-inconsciencia foquil (vease: hacer la foca, o también hacer el Hommer: ghhaaaaaaaaa...), intentando no abrir mucho los ojos para que la luz diurna no los distrajese. A veces se apalancaban en sus sofás haciendo zapping indiscriminado, otras delante de sus pantallas con teclado interactivo pasando el rato o, incluso, vagando como almas en pena por las calles aledañas a los citados garitos hasta la esperada apertura de los mismos.
Cuando esto sucedía, los honrados trabajadores de la oscuridad atronante se veían asaltados con peticiones de melodías escogidas, piropos sonrojantes o mezclas de liquidos ingestables de dudosa salubridad.
Algunos días, y no por cierto al término del período neoproductivo, ciertos ratoncitos decidían deglutir más de lo aconsejable, mostrando toda una serie de finas artes equilibristas y aumentadas capacidades socializadoras.
Menos mal que los taxistas son gente paciente y que algunos ratoncitos tienen "pedo amigable"

Nueva vida?

Cambios. Vertiginosos y sin tiempo para asimilarlos. Quizá mejor así. Quizá mejor no parar a pensar en lo subyacente. Causas definidas pero inaccesibles, inoperables. Nuevas posibilidades, nuevos rumbos. Circunstancias maleables en primera persona, controladas por la propia voluntad. Sin injerencias, sin imposiciones. Viejas caras con otros ojos, con otras lentes. Nuevas caras, nuevos rumbos. ¿Felicidad? No, satisfacción inmediata temporal. Duración de temporalidad dependiente de voluntad y operatividad propias, no ajenas. Será interesante.