lunes, febrero 21, 2005
Las Almas de la Fiesta
Si, así. En plural. Porque fueron más de una “el alma de la fiesta”. Unas con sus formas dicharacheras como la tamagochi y la mujer gata. Otras con su alegría y simpatía altamente contagiosas como la vikinga. Algunas con su dispersión como la ratona “y tú más” tres-ojos. Incluso la seriedad habitual de la diosa oscura, quebrada más de lo que parecía posible hacia la sonrisa (¡incluso la carcajada!), llenaron la velada del divertimento y despiporre que acompaña al encuentro de seres tan diversos... No nos olvidemos de Chirla, ese entrañable pasatiempo que propicia más embotamiento de lo que debiera (y lo aliviados que respiramos cuando terminamos la ronda final je, je). Lástima que algunos simples mortales sufriéramos el síndrome “¿todavía quedan canapés? Hala, hasta sandwiches... ñam, ñam” haciendo crecer nuestro peso específico más allá de la masa crítica y propiciando un repliegue estratégico hacia posiciones de retaguardia.Sin estas “almas de la fiesta” la cosa habría sido aburridísima, sosa y sinsorga. Así que, evidentemente: gracias.
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2 comentarios:
gachias ^^
Yo estuve alli(de lo cual me alegro...).
^^^
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